Se me amontonan las palabras en las puntas de los dedos y de
alguna manera tengo que desfogar estas pasiones que me hacen temblar porque me
pesan desde dentro, solo hay una forma de descargar esa energía cinética que me
empuja hacia la orgia de pensamientos y confluencias eróticas, febriles y
humanamente estúpidas.
Escribir es la única alternativa, escribir aunque solo sean
las letras objetos tirados como restos de una apasionante combustión, dejarlas
a la deriva sin dueño ni alguien que las busque ni alguien que las encuentre,
dejarlas a su suerte sin miedo, sin piedad y con todas las fuerzas, es la única
salvación para esta alma sin poema que lo la describa, sin identidad con la
cual identificarse, el lobo estepario de Hesse rondando en círculos como al
asecho de una presa insana e inmóvil pero inalcanzable.
Att. ARNULFO TUARRO RRICALLO (Semblante de una estúpida
obsesión)
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