Entre tanta realidad y superficialidad encuentro ese charco
de conocimiento inservible y enriquecedor que se necesita para la vida y que no
me sirve para sobre vivir, pareciera una mera suposición pero lo sé porque
acabo de ser atropellado por ella y me sigue atropellando cada vez que pregunto
por ella, es viva y es inservible y cruel y esperanzadora, inútil y me sirve para
seguir mi andar, es una conexión directa con el mas (de no sé dónde) pero no es
de aquí es de allá, es de mí y es de
nadie, es como una sombra que me acompaña y no sé dónde se va a terminar, de
repente como perro que espera a que su presa se debilite se asoma y me devora a
mí que soy quien le da de comer con mi propia vida, a mí que la veo renacer
nueve veces nueve y que no deja de desangrar cada vez que la invoco, de quién
hablo sino de ti, sino de tu que me abarcas y que me sales de los poros cuando
quieres, a ti que me llenas y me vacía a placer y que te busco porque no puedo
vivir sin ti, eres mi forma de formar, la extensión de mis manos y mi mente,
las raíces que me hacen recordar que soy un niño y que me gusta jugar a que
puedo cambiar algo, a que puedo decir las cosas como yo quiero, y en este mundo
puedo decir sin decir y hablar como callar, es una forma de voltear, revotar,
codificar mis pensamiento envueltos en dulces de intelecto y turrón de experiencia
y pudin de historia, que más me queda que fumarme las hojas que son mis hijas
secas que caen de mi árbol como hijos que nunca dieron frutos pero que me
sirven para llenarme de mi y de ellos.
Se preguntarán de quien hablo y me preguntaré si pude
imprimir esa duda en sus mentes y arriesgándolo todo me supongo que los dejo
sin aliento cuando concluyo esta absurda rebelión, esta declaración de amor y
desdicha, propuesta de matrimonio y ruptura inminente, hablo de ti, de mí y de
mi mujer, mi musa: la escritura. Bien venida a mí.
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